Las enzimas exógenas son ampliamente utilizadas, con los objetivos básicos de:
- aumentar la capacidad de utilización de los nutrientes contenidos en las materias primas
- eliminar los factores antinutritivos de los alimentos
Actualmente
la utilización de fitasas y carbohidrasas abarcan prácticamente todos los piensos de monogástricos en las explotaciones intensivas.
Algunas de las razones que justifican el uso de enzimas en rumiantes son :
1) la
digestibilidad de la materia orgánica en rumiantes rara vez supera el 90%
2) cada vez se
utilizan más subproductos agroindustriales normalmente de baja calidad
3) la
disponibilidad más rápida de carbohidratos que normalmente estimula el crecimiento de la población microbiana
4) la
presencia de polisacáridos de diferentes tamaños pueden tener efecto prebiótico
5) el uso de enzimas exógenas puede provocar
efectos de origen multifactorial, en resumen lo que se busca en una enzima, es que mejore el
aprovechamiento de los nutrientes o que cambien el sitio en el cual se rompen los nutrientes y son aprovechados por el animal.
“
La digestibilidad de la fibra del forraje determina la rentabilidad de una ganadería” para conseguirlo existen varias alternativas:
1) Selección de granos y forrajes de mayor valor nutricional
2) Mejorar la capacidad de degradación de la microbiota ruminal
3) Uso de aditivos que modifiquen el patrón de la fermentación ruminal
4) Desarrollo de prácticas de alimentación más eficientes
5) El empleo de alimentos no convencionales
6) Uso de tratamientos químicos o biológicos en los forrajes,
7) Utilizar enzimas exógenas para incrementar la digestibilidad de las paredes celulares y/o del almidón (Rojo-Rubio et al. 2007).
Como resultado,
las vacas hacen un uso más eficiente del total de la ración y, por tanto, se optimizan los costes de alimentación y el rendimiento de producción de leche, la eficiencia y la calidad.
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